Un nuevo amanecer se abrió antes los ojos de Jane y Jack. Vastas praderas y horizontes lejanos les esperaban a la vuelta de la esquina. Jack impartiría justicia, pues tenía el poder para hacerlo. Jane le acompañaría en sus viajes y escribiría sus crónicas. Juntos recorrieron el salvaje oeste. Se cruzaron con apaches, con cheyennes, con chinos, con cuatreros, con sheriffs corruptos, con viajeros del tren, con la caballería, con colonos y también con héroes. Jane y Jack corrieron libres por las verdes praderas y a partir de aquel día forjaron juntos una nueva leyenda.
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