Ya estoy aquí de nuevo. El viernes pasado comenzamos a ajustar los primeros diálogos doblados pero no estuvimos demasiado tiempo porque substituímos el montaje cinematográfico por el montaje culinario. Ayudé a Albert a preparar la cena de presentación de su piso a unos amigos comunes. Al final de la noche estaba muerto de sueño... El día tendría que durar 36 horas. El sábado nos reunimos casi todo el equipo de rodaje porque Emilio, "El increíble hombre menguante" -a quien podréis oír cantar un poco en el corto- vino desde Granada para pasar el fin de semana en Barcelona. Hacía casi seis meses que no lo veíamos y bueno, qué os voy a decir. Siempre apetece quedar con los buenos amigos y, sobre todo, si hace mucho tiempo que no los ves. Esta semana Albert y yo volvemos a la carga para ultimar el montaje de sonido. Hasta el próximo e-mail.
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